Educadora canina y cofundadora de Rumbocanis.
Hay historias que no se entienden hablando sólo de una misma, y ese es el caso de la mía, que no tendría ningún sentido sin nombrar a Sawyer.
Todo el mundo que ha compartido nuestra historia, sabe que somos uno. Sawyer es para mí, mucho más de lo que siempre había querido. Y gracias a él he aprendido muchas cosas, algunas sobre perros y otras sobre la vida, pero todas ellas me han hecho crecer.
A diferencia de muchos educadores, yo no llegué hasta aquí porque tuviese un perro con problemas, sino porque aún siendo muy buena nuestra convivencia, quería poder ofrecer a Sawyer, y a todos los perros que en un futuro pasasen por mi vida, algo más.
Quería formarme para poder seguir aprendiendo sobre ellos, entenderlos y poder darles algo que se acercara al menos un poco a lo que ellos me daban a mí.
Y todo esto me trajo hasta aquí, hasta Rumbocanis, nuestro proyecto, que desde que empezó sólo me ha traído alegrías, aunque claro, no podía ser de otra manera cuando lo que implica es una vida de perros.
Educador canino, cofundador de Rumbocanis y enamorado tanto de perros como de las actividades en la naturaleza.
Quizás esperéis que, como educador canino, os cuente que desde pequeño me crié entre perros 😊. La realidad es que no fue hasta que me independicé que formé mi familia perruna.
Ahí vino Thor, mi primer perro, al que siempre le agradeceré haberme mostrado el camino para formarme en educación canina. Ojalá pudiera deciros que siempre fui un tipo amable con mi perro pero, os estaría contando la historia que me hubiera gustado contar, no lo que ocurrió ☹.
Y ya sabes!! La culpa mueve montañas y es una gran motivación para formarme y llegar a ser “la mitad de buena persona que mi perro cree que soy”.
La educación canina para mí exige de nosotros una gran dosis de aprendizaje, observación, empatía y experiencia, porque cada individuo es único.
Me gustaría terminar compartiendo una reflexión de mi abuela Esperanza: “Hasta para ser perro hay que tener suerte en esta vida”.
Por ello, mi propósito es tratar de aportar mi granito de arena para que ser un perro feliz nunca más sea una cuestión de suerte.
Educador canino y apasionado de los animales.
Desde que tengo uso de razón, recuerdo con cariño y pasión, haber convivido con todo tipo de animales.
Al llegar la primera perrita a mi vida, me di cuenta de que no tenía mucha idea de cómo afrontar la situación y fue entonces cuando tomé la decisión de formarme como educador canino.
Aunque en un principio el objetivo fuera satisfacer las necesidades de mi perrita, me apasionó tanto, que no tardé en convertirlo en mi profesión.
Desde entonces, he ayudado a más de 200 familias a mejorar la convivencia con sus perros y a solucionar los problemas que les han ido surgiendo, porque es importantísimo comenzar a hacer las cosas bien desde el primer momento en el que el perro entra en nuestra casa.
Una vez convertida mi pasión en mi modo de vida, amplié conocimientos, dando clases en diferentes disciplinas y actividades que podemos hacer con nuestro perro pero siempre dejando de lado la parte competitiva, estresante para el binomio, y dándole un enfoque en el que lo principal sea reforzar el vínculo y compartir tiempo de calidad con nuestro perro.
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